Autor: Michael Ende
Título: Momo
Número de edición: Cuarta reimpresión febrero 2018
Editorial: Penguin Random House
Ciudad: Barcelona
Número de páginas: 312
"En la oscuridad brilla tu luz
desde donde, no lo sé"
Antigua canción irlandesa
Momo es una de las novelas infantil- juvenil que escribió Michael Ende, más conocido por su novela “La historia interminable”. Ende fue un escritor nacido en Alemania (Garmisch-Parterkirchen, 1929), hijo de Edgar Ende, pintor surrealista censurado durante la época nazi.
A Michael Ende se le conoce como el último escritor romántico alemán, ya que sus obras dan prioridad a los sentimientos, siendo fieles a la reacción revolucionaria contra los movimientos de la Ilustración y el Neoclasicismo del romanticismo. Debido a eso, Ende fue duramente criticado durante su carrera, ya que sus novelas promovieron el escape de la realidad.
Aún así, Ende defendió siempre la existencia de un mundo interior, llegando a decir que “si la gente se olvida que tiene un mundo interior, a continuación, se olvidará de sus propios valores” y promoviendo que el mundo interior y la realidad deben convivir en armonía.
Momo fue escrita en 1973, y sirve como un antecedente a su novela más reconocida “La historia interminable” (1979). Ambas obras están marcadas, claramente, con temas metafísicos y surrealistas, dejando entrever la influencia de las pinturas de su padre en sus obras.
La novela, o más bien cuento, nos presenta a Momo, una niña de entre ocho y doce años, delgada y de cabellos rizados. Un día Momo aparece en el viejo anfiteatro de un pueblo y los vecinos deciden adoptarla entre todos. Desde ese momento, Momo pasa a ser parte del pueblo y destaca por su gran habilidad de “saber escuchar”. Cuando algún vecino tiene un problema, éste va a “ver a Momo” y se lo cuenta a la niña. No hay en realidad un diálogo en esas conversaciones, ya que es el propio vecino y su monólogo el que consigue encontrar las respuestas y soluciones a sus problemas.
Entre los vecinos, destacan los dos mejores amigos de Momo. Por un lado, está Beppo el Barrendero, un hombre mayor que se dedica con amor y paciencia a su trabajo, disfrutando cada instante de él. Y por otro lado tenemos a Gigi Cicerone, un joven sonriente y atractivo que se gana la vida haciendo recorridos turísticos por el pueblo sin saber muy bien si lo que cuenta es verdad o mentira.
La trama se pone en marcha cuando unos extraños “hombres grises” llegan al pueblo de Momo. Desde su llegada, la niña empieza a descubrir que, cada vez, menos vecinos van a visitarla y que todo el mundo parece estar demasiado ocupado y no tener tiempo. Entonces Momo tendrá la misión de descubrir quienes son estos misteriosos hombres grises (los ahorradores de tiempo) y buscar la manera de detenerlos y recuperar a sus amigos.
De este modo, Momo nos presenta el tema del “tiempo” y lo que representa la frase de “perder el tiempo”.
En una de las primeras apariciones de los hombres grises, éstos presentan el tiempo como una suma de segundos y hacen evidente que cualquier actividad no esencial (como visitar a los amigos, llevar una flor a una persona querida, observar por la ventana) es una pérdida de tiempo. Y todo ese tiempo perdido, podría en realidad ahorrarse.
El ahorro está en el egoísmo.
“Sácale más partido a tu vida, ahorra tiempo”
Eslogan de los hombres grises.
A pesar de ese eslogan, se hace evidente que los ahorradores de tiempo, todo y ser más productivos y ganar más dinero, se muestran más cansados, malhumorados o amargados.
Y no se presenta solo el tema de ahorrar tiempo, sino que se vincula también la felicidad con el consumismo. Y es más feliz quién más cosas materiales tiene. Y quien más cosas puede comprar.
-Quiero tener aún más cosas- se oyó decir de repente a la muñeca con su voz gangosa.
-¿Lo ves, pequeña?- dijo el hombre gris-, incluso ella misma te lo está diciendo.
Conversación del agente BLQ/553/c con Momo en el anfiteatro.
Momo aparece entonces como un ser de luz, como lo contrario a lo que los hombres grises promueven. El objetivo de Momo es estar con sus amigos, regalarles su tiempo, y tener lo justo y necesario que necesita. Se antepone, de ese modo, a todo lo que representa el “consumismo” y la necesidad de “ahorrar tiempo”. Y por tanto los hombres grises la marcan como alguien a quien temer.
De este modo nos encontramos delante del enfrentamiento entre los hombres grises, que representan el egoísmo, la avaricia y el ahorro de tiempo; y Momo que representa la generosidad y el amor por el presente.
“Porque el tiempo es vida. Y la vida reside en el corazón”
Momo es un libro que tiene dos tipos de público, y por tanto dos tipos de lectura.
Por un lado, está hecho para los niños. Está narrada como una aventura fantástica, que representa una lucha entre la niña buena y los hombres malos. Y de paso, mientras los niños leen, se van metiendo conceptos etiquetados como “buenos” como por ejemplo el ser generoso, el valorar lo que se tiene, el ser buen amigo y saber escuchar, etc. Por eso está escrito con una narrativa ligera, con mucho diálogo, que facilita la lectura.
Pero, por otro lado, es también un libro destinado a los adultos. Ya que Momo representa una reflexión filosófica y una crítica social. Cuando lo lees, ya con una perspectiva más madura, el libro presenta una idea que a veces, como adultos, se ha olvidado: que es el aprovechar el presente. Algunas veces, nos vemos tan metido en la rutina diaria, en hacer todo aquello que queremos hacer, que no nos paramos a respirar y mirar a nuestro alrededor, y simplemente disfrutar de que seguimos un día más aquí. Y de que estamos bien y aún tenemos sueños por cumplir.
Te digo una cosa, Momo, lo más peligroso en la vida son los sueños que se hacen realidad.[...] Ya no tengo ningún sueño más[..]. Estoy hastiado de todo.
Gigi a Momo al reencontrarse.
El libro está lleno de detalles preciosos que solo demuestran, tanto la gran imaginación de Ende, como el trabajo detrás de la creación de este mundo:
Por un lado están los hombres grises. Los hombres grises no son humanos, y son grises porque viven de algo muerto. Porque cuando el tiempo se separa de su propietario, muere. Así que los hombres grises en realidad no son nada y terminan muriendo a causa de aquello que promueven, el egoísmo.
Está además la tortuga Casiopea, la cual es capaz de ver lo que pasará con media hora de antelación. Pero es solo un testimonio, ya que no puede cambiar el futuro. ¿Representa Casiopea, quizás, la idea de Ende de que por mucho que conozcamos el futuro, este es inevitable?
Y finalmente, como último detalle curioso, está la casa de Ninguna Parte del maestro Segundo Minucio Hora. No solo el callejón, que solo lo puede recorrer aquel que no tiene prisa, sino también la sala llena de relojes y todo lo que está en la frontera del tiempo.
Así que, si tengo que resumir lo que Momo trajo a mi mente mientras lo leí serían estos tres temas: el tema del tiempo, el público doble y la riqueza imaginativa de su autor.
Es un libro que yo recomiendo gratamente. Es una lectura fácil, que agradaría a cualquier niño con un poco de imaginación, y hace al adulto dar un paso atrás y volver a ver el día a día con perspectiva y entender que el tiempo, en sí, no existe. Pero siempre está presente.
En el caso de las personas, la mayoría de las actividades están regidas por la física del tiempo y la cantidad de segundos que les dedicamos a ellas. El ser productivo, es el opuesto de “perder el tiempo”.
Sin embargo, la línea entre lo que es “perder el tiempo” y lo que no lo es, está muy difuminada.
"Existe una cosa muy misteriosa, pero muy cotidiana. [...] Casi todos se limitan a tomarla como viene, sin hacer preguntas. Esta cosa es el tiempo".
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